domingo, 10 de marzo de 2013

Tú - Carlos Salem

Te han dicho ya tantas palabras y tantas esperabas escuchar, pero ninguna te llamaba por tu nombre.

Has llorado con canciones tristes hasta colmar el charco de una pena que a veces llegas a extrañar.

Sientes que la vida es como un prado llena de botellas tentadoras en el que has desembocado sin traer un abridor.

Tu vino es dulce aunque lo sazones con lágrimas que ya no son las tuyas, y sin embargo, las llueves todavía.
Fumas para quemar recuerdos que te saben ajenos y por eso te resistes a perder.

Te vas de viaje ciertas noches al país de la melancolía que siempre tiene un cuarto libre para ti.

No pretendo deshacer esa tristeza que te abriga por momentos e intenta congelarte la esperanza, pues viene contigo como esas piernas largas que se mueren de ganas de bailar la vida, como esas manos hartas de acariciar la nada.

Pero debes saber que cuando te descuidas floreces en pétalos imposibles de arrancar.

En resumen, que diga que te quiero por todo lo que tienes y lo que crees que te falta, por esa vocación a la nostalgia que niegas sin saberlo a carcajadas y porque estamos condenados a vagar con dos copas de más por la calle de la felicidad sin asfaltar.

Si quieres, vamos, que igual que la melancolía, yo siempre tengo un cuarto libre para ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario